La reina Aglaé ha logrado que su pueblo se reponga de los ultrajes a la vida y a la libertad que el tirano Von Krantz ejerció durante años sobre la región, pero ahora hay otro problema: Cixtitis, emperatriz de Chichinia, ha secuestrado a todos los hombres del reino para castrarlos y convertirlos en esclavos.
Aglaé, que en la circunstancia ha perdido a su marido y a su amante, todavía está dispuesta a encarar el conflicto mediante el diálogo, pero si la negociación se demora, no le van a doler prendas en sacar la artillería.
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