Figúrate: el monólogo interior, la propia monserga, el soliloquio que no cesa… Juan Jaravaca somos todos pero cada uno en su casa a cal y canto, el individuo rumiante en su discurrir, la mentalidad en tromba, el sonsonete, ¡la cabeza como un bombo!
Juan Jaravaca es la vida en marcha y la procesión de por dentro. Y ahora una puntita y después un cuarto y luego ya iremos viendo. Porque si uno se lo monta bien, lo demás no importa, ¿no es así? ¿No se trataba de eso?
Y sí, existe la opción de salir a pillar algo de mandanga, pero es que Juan se está quitando, hay que cuidarse, como mucho se bajará a un cortado y tal vez acabe echándole unos duros a la tragaperras por hacer más llevadera la abstinencia, para acallar esta cháchara, por mitigar la paranoia y por tomarle el pulso a la realidad.
Un Trainspotting cañí descacharrado y macabeo. Una obra maestra del yo desde la toxicomanía.
«Esta obra ha recibido una ayuda a la edición del Ministerio de Cultura y Deporte»
Valoraciones
No hay valoraciones aún.