¿Soy yo o todo el mundo es idiota? Raúl lleva tiempo sumido en una época tirando a insípida. Chunga. Aislado en su música, atendiendo a la clientela que acude a la tienda de discos en busca de bálsamos o alienación, dejando para mañana lo que podría decir hoy, sobreviviendo a su ajada relación con Carla y arrastrando la sensación de ir por la vida cargando con su propio peso… multiplicado por seis.
Raúl sabe que no es cuestión de juzgarse muy severamente, pero es que por más que lo intenta no logra elevarse. Y sí, no hay mal que cien años dure y después de la tormenta viene la calma y etcétera, etcétera, etcétera. Lo que quieras, pero en algún momento habrá que hacer balance, ver qué es lo que perdimos por el camino, soltar lastre, cambiar la óptica.
Porque la vida no espera.
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