El mejor tebeo de serie negra que jamás has leído 10/10/2024 – Publicado en: Adelanto, Novedades – Tags: , , ,

En el ecuador de los años 90, el cómic independiente recibió una de las mejores noticias de su historia. Ocurría cuando el norteamericano David Lapham se autoeditaba el primer número de Balas perdidas, una historia criminal de “bajo presupuesto”, conflictos próximos y aliento coral, que cosecharía un éxito impensado entre público y crítica.

En las páginas de Balas perdidas se presentaba, entre otras, la historia de la pequeña Virginia Applejack, una mocosa de armas tomar que soñaba con sobreponerse a su catastrófico entorno convirtiéndose en el enemigo público número uno. Su primer movimiento era fugarse de casa, en lo que para el lector sería el inicio simbólico de un viaje fascinante, primera piedra en un universo noir donde se iban a cruzar entre sí los destinos de un  montón de personajes al límite, las balas perdidas del título.

 

La serie, que La Cúpula publicó en castellano desde aquel primer momento —primero en grapas, que se recopilarían después en cuatro tomos— mantuvo el nivel a lo largo de diez años antes de instalarse en un limbo cuando su autor pasó a ocuparse en otras tareas, entre ellas escribir guiones para Marvel o DC. Balas perdidas arrancaría de nuevo en 2014, esta vez en el seno editorial de Image Comics. Buen momento, pensamos entonces, para recuperarla para el mercado español —en una nueva edición, además, tras muchos años descatalogada—, y retomarla con material inédito hasta ahora, comenzando por «Hazañas y travesuras», el quinto volumen de Balas perdidas, que supone la vuelta de su protagonista, Virginia Applejack, tras una temporada en el infierno. Ahora son los años 80 en Baltimore, donde Virginia tendrá que hacerse respetar en una escuela donde la escalada de violencia es atroz e imparable. El ingreso de un nuevo alumno de pasado turbulento complicará la trama y la presencia de un asesino aficionado a la mutilación pondrá la guinda terrorífica a la existencia de los personajes. La serie continúa con el 6º volumen, Asesinos, en el que nuestra «dulce» Virginia encuentra el amor, con alguien que está casi tan jodido como ella, claro.

Aquí se cerraría el primer arco argumental de la serie. Una vez os hayáis puesto al día con la historia y tengáis todo fresquísimo, tocaría dar un salto atrás en el tiempo. En Sunshine & Roses, el nuevo arco, volveremos a Baltimore a principios de los ochenta, y nos reencontraremos con viejos «amigos»… o, mejor dicho, con personajes a los que más te vale tener como amigos. De este nuevo arco, llevamos publicados tres tomos («Kretchmeyer«, «Cambio de planes» y «La reina de Palm Court«), y, en breve, saldrá a la venta el cuarto, «La edad de la inocencia«.

 

Cada volumen es una gran lectura por sí misma y ejemplo de la creatividad y maestría narrativa de Lapham, pero, como todas las grandes series, se disfruta más en conjunto, siguiendo el orden. La serie puede empezarse por el tomo 1 del primer arco («La inocencia del nihilismo»), pero también por la parte 1 de Sunshine & Roses («Kretchmeyer»).

Si alguna vez has tenido la oportunidad de acercarte a las páginas de Balas perdidas, sabes que no quieres perdértelo. Si no lo has hecho nunca, podemos garantizarte que tienes frente a tus narices la mejor lectura posible y te aseguramos que funciona como un tiro. Una serie que es a la vez un ejemplo de guion modélico, obra maestra de la literatura negra y sobre todo uno de los grandes amores de nuestro catálogo.