Enamorados del amor… ¡venga ya! 13/10/2014 – Publicado en: Sin categoría – Tags: , , , , , , , , ,

En la línea de Jeffrey Brown pero cargando tintas, la treintañera Liz Prince dibuja unos cómics impúdicos y sentimentales en los que nos cuenta sus problemillas con el mundo en general y con los chicos con barba y camisa de franela en particular. Chicos a los que va conociendo en un concierto, en el Tinder de turno o a través de amigos comunes. Con ellos establecerá relaciones más o menos esporádicas que le irán corroborando lo difícil que es manejar algo tan sencillo como el amor, el sexo, el romance… Llamémoslo como queramos, ¡eso no va a hacerlo más fácil!

Al final, Liz siempre acaba encontrándose en casa al calor de sus felinos, sintiéndose un poco sola y preguntándose qué es lo que está haciendo mal. Y luego se pone a dibujar cómics como A dos velas, que es un hilado de anécdotas donde se retrata como una persona inquieta, amante de los gatos, de la música cañera y con interés por los hombres más o menos inteligentes, más o menos divertidos y, ya que estamos, un poco guapos. Tampoco es tanto pedir, ¿no?

Pero es que la vida no es de color de rosa, ahí están las rabietas, los agobios y las revelaciones, el recuento de errores y, a pesar de la máscara de locuacidad mordaz tras la que se esconde, sobre todo un fondo muy tierno que revela a una chica confusa, contradictoria y con una maravillosa capacidad para reírse de todo, de sí misma lo primero. Porque las historietas de A dos velas son de un costumbrismo con el que es imposible no sentirse identificados o, como mínimo, conmovidos. También un buen ejemplo de que dibujar cómics es como hacer música punk, un método perfecto para canalizar inquietudes, estados de ánimo y penurias emocionales, pero sobre todo nos certifica que lo mejor de todo, si hablamos de cómics, es leerlos.

A dos velas es el regalo perfecto para que tu amigo soltero te mande definitivamente a freír espárragos, y estará en librerías el 24 de octubre, pero ya puedes asomarte a las primeras páginas de la vida de Liz pinchando en este enlace.