Las cloacas de la memoria 24/02/2022 – Publicado en: Adelanto, Novedades – Tags: abusos, Charwell Manor, Glenn Head, infancia, Kaz, Weirdo
Pese a que se trata de un veterano, es más que probable que el nombre de Glenn Head no suene mucho a la mayor parte de lectores españoles. Es posible, de hecho, que no le suene a ninguno, ya que su obra permanece mayormente inédita en nuestro país, pero hoy estamos aquí para remediarlo.
Glenn Head empezó a ser conocido en la escena subterránea estadounidense a principios de los años 90, cuando junto a su colega Kaz fundó y editó la revista Snake Eyes. Por entonces llegó a colaborar en la mítica Weirdo, y con el tiempo su trabajo como dibujante aparecería en cabeceras de la prensa establecida como The Wall Street Journal, Screw, The New York Times, Playboy o Interview. Como historietista es autor de unas memorias, tituladas Chicago, donde trata de recoger las sensaciones de un aspirante a artista al borde mismo de la indigencia. Ese libro transcurría a finales de los años 70, pero antes le habían ocurrido otras cosas.
Glenn Head cuenta en Chartwell Manor su experiencia adolescente como alumno en un internado donde los abusos sexuales estaban a la orden del día. Lo hace en primera persona, sin ambages ni sentimentalismos, y con una honestidad abrumadora que le ha requerido a su autor casi cincuenta años de confección y examen de conciencia.
Tras su escabroso paso por aquella institución, el joven Glenn Head se encontró con un cargamento de secuelas emocionales y obstáculos psicológicos que le iban a conducir por los senderos de la culpa, los complejos, las adicciones y todo un seguido de conductas autodestructivas.
Todo ello se narra en este libro feroz. El testimonio pormenorizado de aquellos años de abusos, pero sobre todo el sentido, la razón y la lógica de las consecuencias. El impacto que los hechos tuvieron en un individuo con nombre y apellidos que ahora, en una operación con algo de exorcismo, nos comparte con voz madura, pasado el tiempo, reflexionando sobre su causa pero sin conceder prebendas al victimismo del que suele pecar tanta novela gráfica.
Glenn Head nació en New Jersey en 1958, y de chaval pasó varios años en una casa encantada. Después de leer Charwell Manor, su nombre se va a grabar a fuego en la memoria de cualquier aficionado como el de uno de esos escasos autores capaces de darse por completo.
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