¡California!: playa, sol, cuerpos bronceados y atléticos practicando windsurf, hermosos torsos desnudos sobre la arena… sexo… Quién pudiera estar allí. Pero en vez de eso uno tiene que conformarse con ver cintas porno a escondidas sin que tu compañera de piso feminista te descubra, intentar comprobar qué es ese ñigui-ñigui que procede de la habitación de al lado y que no te deja dormir por las noches, o verte obligado a montártelo con tu pareja dentro del armario mientras los carcas de tus padres toman café en el salón.
Situaciones como éstas y muchas otras se dan cita en una obra de protagonismo coral, donde el sexo provoca carcajadas y las carcajadas provocan reflexiones… sobre el sexo. Ralph König nos ofrece un nuevo y lúcido análisis del ciudadano de fin de siglo con esta divertida comedia de costumbres, en la que heterosexuales y homosexuales se comportan de manera muy parecida respecto al único aspecto que les diferencia.
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