Louis ha recibido una invitación de Agathe. Ella le dejó por otro hace décadas, pero al parecer no ha llegado a olvidarle.
Contento e intrigado, sexagenario pero todavía audaz, Louis emprende viaje y no solo eso: llevado por una euforia nostálgica completa los últimos kilómetros a pie, atravesando los campos, nadando el río desnudo, saboreando cada rincón del territorio, sintiendo en sus carnes la luna lechosa y en su corazón el trino de la mocedad perdida.
Todavía no sabe que en destino, en aquella casa junto al Loira, no va a ser Agathe quien lo reciba.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.