Editado con motivo de la exposición de 2022 en la galería David Zwirner de París, la familia Crumb hace en estas páginas acopio de sus neurosis individuales y colectivas para tallar una muesca más en la historia del mejor cómic mundial.
Tal vez no hiciera falta una pandemia para certificar que el ser humano es un animal mediocre y capaz de lo peor. Tampoco un cambio climático y mucho menos una catástrofe nuclear. Pero es lo que hay.