Katie O’Neill vuelve a ofrecernos una cautivadora historia acerca de cómo encontrar tu propio camino con la ayuda de la gente con la que te cruzas a lo largo del mismo.
Laura Dean es la chica más popular del instituto: es encantadora, divertida y realmente preciosa, pero tiene papeletas para ser la peor novia del mundo. ¡Y si no que se lo digan a Freddy Riley! Su relación intermitente la está volviendo loca, y sus amigos son incapaces de comprender por qué siempre termina volviendo con ella.
Esta bella y conmovedora historia de amistad, sanación y esperanza resulta una exquisita muestra de conexión entre las personas que permanecerá en los lectores más allá de la última página.
Al, terrier de pura raza, echa de menos su pasado aristocrático en casa de una señora que se lo ponía en el regazo y le recordaba a menudo que era un perro muy caro. Carísimo.
Roy, en cambio, no es más que un chucho. Sus intereses son ponerse ciego de pienso y olisquear culos, aunque no siempre le da la vida porque está gordo como un tocino y tiende a ramonear.
Roy y Al tienen cada uno su dueño, pero el dueño de cada uno está liado con el dueño del otro y ambos los dos mantienen conductas relajadas y abiertamente homosexuales. Un detalle sin importancia que a Al le inquieta y a Roy le pone tirando a cachondo.
Esta edición contiene también la precuela Machos al sol, primera historia de Salvador como protagonista y que desvela algunos de los secretillos sobre su pasado… ¡Imprescindible para los seguidores de Salva!
Hay quien asegura que el humor alemán es un animal mitológico, pero nosotros tenemos la prueba de que existe. Y se llama Ralf König.
Después de Prototipo y Arquetipo, Ralf König retoma su adaptación de la historia más grande jamás contada, espolvoreándole ahora al Nuevo Testamento el punto justo de irreverencia para conseguir un libro sensato, irónico y desmitificador donde el cristianismo se revela, por sí solo, invulnerable ante la lógica y la razón, pero muy adecuado para el humor.
Ralf König nos presenta a su nuevo héroe: Ramón, un emigrante español de rompe y rasga en una Alemania que se derrite por sus Huevos de Toro.
1884. Esto no es el relato de un “matrimonio sin hombre”, como lo calificó la prensa de la época, sino una historia de amor y libertad más allá de fronteras y convenciones.
Tal vez, quién sabe, la suma de dos soledades pueda componer una buena compañía. Quizás Amelia y Ada, ambas corazones viajeros, acaben por acostumbrarse la una a la otra, y puede que, de alguna manera, también quizás, algún día todo este dolor nos acabe por ser útil.
Con la solvencia narrativa de Flavia Biondi, de quien ya leímos Tiempos precarios, llega ahora una novela gráfica que en cada una de sus viñetas emana humanidad y sentido común
Es temporada baja y dos chicos se turnan al volante desde Francia hasta un pueblo de la costa española. El lugar está desierto pero en cada esquina late la memoria de aquellos veranos de infancia y juventud que ambos habían compartido con Cristina… Ah, la belleza soleada de Cristina.