Novedades agosto de 2020 13/08/2020 – Publicado en: Adelanto, Novedades – Tags: , , , , , , , , , , , , , ,

Esperamos que os hayáis tomado un café bien cargadito esta mañana porque nos hemos levantado con ganas de darle un tiento a una de las preguntas que vienen siendo trending topic en la filosofía desde los tiempos en que la túnica y la sandalia eran tendencia de la Antigua Grecia. Y aquí viene…

“¿Qué es lo bello?”

Pillad cualquier manual de Historia del Arte y veréis que esta cuestión ha sido nitroglicerina pura para los pensadores del arte, y no ha dejado de sembrar discordia a diestro y siniestro. Y si os da por hojear sus páginas, veréis que salta a la vista que los cánones de “lo bello” han variado a saco a lo largo de las centurias.

Otra cosa fundamental a saber es que, durante demasiado tiempo, lo bello ha sido monopolio de unos cuantos señores apoltronados en los sillones de las Academias de Bellas Artes. Mientras los de la Antigua Grecia paseaban de aquí para allá chismeando sobre lo cucos que habían quedado los frisos del Partenón, los académicos del siglo XVIII hacían su particular criba, sentenciando quién podía o no exponer en su Salón oficial, y lo que quedaba fuera —como, por ejemplo, las obras de Manet— NO ERA ARTE. Vaya, que desde tiempos pretéritos a Platón, esta élite ha dictado si un cuadro era bello o mediocre, si había artista o aficionado.

Pero a todo quisque le llega su San Martín, y, más tarde que temprano, esta tropa altiva de peluquín rizado, casaca tres cuartos y leotardo blanco del gordo se vio desterrada de su poltrona, dejando campo abierto en el terreno del arte. Y gracias a este guillotinazo, la plebe ahora podemos opinar sobre lo bello. Así que aquí os presentaros nuestras grandes obras de agosto.

Y os pregunto, gentes del artisteo, si lo de Joseph Beuys o Günter Brus es arte, ¿quién tiene narices de decirle al prota de Panorama infernal que sus cuadros, regueros de color carmesí, capaces de captar el aroma y el color de su propia sangre, no son verdadera belleza?

Panorama infernal es la obra más íntima de un pintor de los avernos fascinado por el horror, y de cómo esa fascinación lo arrastró al mundo de las tinieblas. Trabaja intensamente en un estudio donde nunca penetra la luz, y ha encontrado un hueco en su apretada agenda para mostrarnos sus pinturas y narrarnos su historia.

Si os asomáis a ellas, veréis que este sueño de una mente alucinatoria es fruto de un cúmulo de traumas que acontecieron desde su tierna infancia. (¡¡Ojo al dato!!: según Hideshi Hino, maestro absoluto de lo macabro, este manga es una especie de miniautobiografía; leed, flipad y sacad vuestras propias conclusiones. Queda dicho.)

Y es que justo antes de su nacimiento, estalló la bomba de Hiroshima, y un rayo que escapó de la explosión impactó sobre el vientre de su madre embarazada. Allá por el año 1946, el bebé que dio a luz ya había vislumbrado el fuego de los infiernos y su nacimiento fue poco celebrado. Aquel niño del rey demonio plasmaría sus recuerdos en estos lienzos y se convertiría en el pintor más escalofriante de todos los tiempos, siempre insatisfecho con sus cuadros, condenado a buscar incesantemente el panorama infernal definitivo.

Aquí tenéis el adelanto, ¡a disfrutarlo!

Pero, esperad, que el discursillo sobre el arte todavía no ha terminado. Y es que Chapuzas de amor, surtido de historietas que van conformando el mosaico de los personajes que Jaime Hernandez crearía en Locas, es una auténtica obra maestra, ponemos la mano en el fuego, y en ella también se habla de arte. Por ejemplo, Ray Dominguez, después del trabajo, ha montado unas clases de dibujo al natural en las que ejerce de profesor; Vivian e incluso Angel posan desnudas para ellos; y sus obras ahora se exponen en una galería, junto a las de Reno Banks. ¿Quién lo iba a decir? Han pasado muchos años desde que Maggie y Ray salieron juntos, y aunque Maggie sigue sin entender nada de los cuadros de Ray, ahora, al menos, se esfuerza por mostrar interés.

Todo ello sirve de escenario para dar vida a unos personajes que han ido creciendo en las viñetas de Hernandez, a medida que nosotros hemos crecido como lectores. Unos personajes que calan bien hondo y a los que creemos conocer, pero nada más lejos de la realidad.

¿Por qué se divorciaron los padres de Maggie? ¿Tenemos alguna idea acerca de su hermano Calvin? ¿Qué padeció de niño y por qué su madre no se lo llevó a Huerta con el resto? ¿Qué sabemos de la amistad adolescente de Maggie con Letty? ¿Hasta dónde llega el amor de Ray Dominguez por ella?

Para conocer a alguien, hay que revolver sus raíces, tirar del hilo, reavivar traumas, asumir errores del pasado… Chapuzas de amor forma parte del cosmos Locas, pero puede leerse de manera independiente. Un relato magistral sobre las relaciones humanas, los vínculos del paso del tiempo y los fantasmas del pasado que difícilmente te dejará indiferente.

Lee aquí el adelanto que te hemos preparado.

¡Y buen agosto!