Un mundo raro, raro, raro
Charles Burns alcanzó a su masa completa de lectores con la publicación de Agujero negro, uno de los títulos responsables del auge de la llamada novela gráfica. Ciertamente, aquel libro se presentaba como un soberbio trabajo de madurez y resultaba un concentrado de todos los intereses del dibujante. Sin embargo, su trabajo previo, disperso en historietas de menor ambición, ya contenía el timbre de voz del autor de Filadelfia y, en su naturaleza de aparente…
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